HORA NONA
      INVOCACIÓN INICIAL
    
    
      V. Dios mío, ven en mi auxilio
      R. Señor, date prisa en socorrerme.
      Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
      Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
    
    Himno: OH DIOS, TENAZ VIGOR DE TODA COSA
    
    
      
Oh Dios, tenaz vigor de toda cosa,
que inmóvil en ti mismo permaneces,
y que el orden del tiempo determinas
por medio de la luz que nace y muere.
Dígnate concedernos, en la tarde,
Luz con que nuestra vida
      nunca cese,
y haz que el bien infinito de la gloria
siga a la gracia de una santa muerte.
Glorificado seas, Jesucristo,
nacido del más puro y santo vientre,
y que sean también glorificados
el Padre y el
      Espíritu por siempre. Amén. 
    
    
      SALMODIA
    
    
    
    Ant 1. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
    
    
      Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
    
    
      
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado
      grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre
      cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
      Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
      Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
    
    
      Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
    
    
      
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy
      tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en
      mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
      Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
      Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
    
    
      Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO
    
    
      
¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos,
      como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los
      días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!
      Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
      Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
    
    Ant. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
    
    
      LECTURA BREVE   Is 65, 1
    
    
      
Ofrecí una respuesta a los que no preguntaban, me dejé encontrar de quienes no me buscaban; y dije: «Aquí estoy, aquí estoy», a un pueblo que no invocaba mi nombre.
      V.  Bendecid, pueblos, a nuestro Dios.
      R.  Haced resonar sus alabanzas.
    
    ORACIÓN
    OREMOS,
      Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo tomara nuestra misma carne mortal para manifestarse a los hombres, haz que al contemplarte exteriormente igual a nosotros, nos vayamos transformando interiormente a imagen de él. Él, que
      vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
    CONCLUSIÓN
    
      V. Bendigamos al Señor.
      
        R. Demos gracias a Dios.