I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: EXCELSA REINA DE VÍRGENES
Excelsa Reina de vírgenes,
de Dios Madre virginal,
puerta y dulzura del cielo,
esperanza del mortal.
Cándida flor entre espinas,
paloma de luz solar,
nacida de nuestra estirpe
donas medicina al
mal.
Alcázar inexpugnable,
fúlgida estrella del mar,
desbarata los ardides,
guíenos tu claridad.
Sola inmaculada brillas
sin mancha original,
y triunfas de la serpiente
y su veneno
letal.
Disipa sombras de errores,
aleja escollo fatal,
y el que fluctúa extraviado
halle en ti seguridad.
Se tribute excelsa gloria
a la augusta Trinidad
que te embelleció de gracias
y santidad
singular. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Como aurora naciente, Virgen Madre de Dios, anunciaste la alegría a nuestro pueblo. Aleluya.
Salmo 112 - ALABADO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El
Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
Levanta del polvo al
desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo;
a la estéril le da un puesto en la casa,
como madre feliz de hijos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Como aurora naciente, Virgen Madre de Dios, anunciaste la alegría a nuestro pueblo. Aleluya.
Ant 2. He elegido y santificado este lugar, para que en él permanezca mi nombre para siempre y estén fijos en él mis ojos y mi corazón. Aleluya.
Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de
harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las
aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus
mandatos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. He elegido y santificado este lugar, para que en él permanezca mi nombre para siempre y estén fijos en él mis ojos y mi corazón. Aleluya.
Ant 3. Reconozcan, Señor, que aquí está tu mano, que eres tú quien lo ha hecho. Aleluya.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el
mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su
gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia,
sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento
culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconozcan, Señor, que aquí está tu mano, que eres tú quien lo ha hecho. Aleluya.
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
RESPONSORIO BREVE
V. Se levantaron sus hijos, y la proclamaron bienaventurada. Aleluya, aleluya.
R. Se levantaron sus hijos, y la proclamaron bienaventurada. Aleluya, aleluya.
V. Porque el Señor obró en ella maravillas.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Se levantaron sus hijos, y la proclamaron bienaventurada. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant.
Dijo la Madre de Jesús: «Haced lo que él os diga». Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de
corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su
misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Dijo la Madre de Jesús: «Haced lo que él os diga». Aleluya.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y supliquémosle diciendo:
Que la llena de gracia interceda por
nosotros.
Señor, Dios nuestro, admirable siempre en tus obras, que has querido que la inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de Jesucristo,
haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta
misma gloria.
Tú que nos diste a María por madre, concede por su mediación salud a los enfermos, socorro a los desamparados, unidad a los hogares y casa a los sin techo.
Tú que hiciste de
María la madre de misericordia,
haz que cuantos viven en peligros o están tentados sientan su protección maternal.
Tú que en tu madre, nuestra Señora de Luján, abriste en nuestra patria una
fuente de bendición, mira benigno a nuestras autoridades y pueblo,
y haz que la Iglesia crezca y se dilate en la verdadera fe y caridad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que nuestros queridos muertos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu reino.
Confiando en el Señor, que hizo obras
grandes en María, pidamos al Padre que colme también de bienes al mundo hambriento de verdad y de pan:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, mira con bondad la fidelidad de tu Pueblo y concédenos que, por los méritos e intercesión de la santísima Virgen María, obtengamos los dones de tu gracia en la vida presente y la
salvación eterna en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.